Al bajar el sol por el horizonte, bañando la habitación con un brillo dorado, el atractivo rubio sentía palpitar su corazón con la anticipación.El deliciosamente familiar aroma de su amante llenó la habitación, y él apareció, su largo cabello despeinado como un capa de seda.Su cuerpo musculoso, afinado con incontables horas de entrenamiento en el gimnasio, radiaba confianza y destreza, dejándola anhelando la pasión que esperaba para ambos.Con cada paso, sentía que su pulso aumentaba su corazón latía inestablemente contra la piel cálida de su pecho, palpitando con cada golpe de la base del ritmo.Los ojos del amante se clavaron en los suyos, una chispa traviesa reflejando su deseo compartido.Su respiración se volvió superficial, y al mirarlo a los ojos, sentía una lujuriosa llamarada encendiendo profunda dentro de su núcleo.Con cada segundo que pasaba, el encanto de su seducción seduccionaba más y más, la intensidad de su sonrisa que los llamaba se unía a un atractivo de mariposa a la llama.La tentadora idea de él introduciéndose en su delicado tejido de atrás la llenó de excitación y deseo por lo que estaba por venir.Quería sentir el placer y el dolor, la sensación de estar completamente tomada por sus impulsivos golpes.Sus ojos volvieron a encontrarse en un conocido intercambio de miradas, un entendimiento implícito de que estaban listos para embarcarse en esta aventura sexual.Como si estuviera respondiendo a su silenciosa petición, él agarró su delicada muñeca y la atrajo en un abrazo emocionado.El forcejeo de sus labios fue explosivo, provocando que la atmósfera entre ellos se arrugara en anticipación sensual.Su beso fue implacable, su lengua entrando y saliendo de su boca con una urgencia que reflejaba el ritmo pulsante de sus corazones.Recorrió sus labios por la columna de su cuello, mordisqueando la delicada piel como si la estuviera reclamando como suya.Sus manos recorrieron la suave extensión de su cuerpo tonificado, acariciando sus pechos y provocando una pasión ardiente que amenazaba con consumirlos ambos por completo.Cuando lo liberó de su apasionado abrazo, la rubia de atractivo se quedó allí, jadeante y anhelante por lo que la esperaba a continuación.Su corazón palpitaba en su pecho al verlo desabrochar su jeans desgastado lentamente, revelando su miembro inflado que la llamaba como un canto de sirena.Sin vacilar, se inclinó hacia la suave alfombra, su boca anhelante con la idea de devorar su dura polla.Su cabeza quedó entre sus labios como si buscara confort, su lengua lamiendo el borde sensible con un apetito entusiasmado.Se quejó de placer cuando su miembro exploró su entrada sensata, llenándola con cada y cada embestida.Su trasero se apretó contra él con fuerza, desesperadamente intentando sostener el ataque pasional del hombre.Su cuerpo tembló bajo la presión incesante y el placer que se acumulaba en ella.Como si leyera sus pensamientos, aceleró sus embestidas a un tempi sensual, sus dedos acariciando su húmeda vagina en armonía perfecta con su coito.No tardó en ceder a la intensidad abrasadora, lanzando un rugido orgasmoico que ecoó en su habitación llenada de pasión.Mientras continuaba reclamando su trasero y masajeando su excitada vagina con sus dedos, su orgasmo se apaciguó en un cansancio satisfecha, dejándolos a ambos jadeando y anhelando más.Se desplomaron en un sofá cercano, la sudor se derramaba por sus caras calientes mientras se deleitaban en la sensación residual de su encuentro íntimo.Los sonrisas no podían contener la alegría que había en ellos, sabiendo bien que sería una tarde que ninguno de los dos pronto olvidaría.
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