Dulce Jabonada y Deseo Devorante inicia con un hombre y una mujer en el baño, llena de espuma de un baño burbujeante sensual.El ambiente empalagoso hace casi imposible enfocar en nada más que su química ardiente.Están cerca del bañidor, sus manos pasan por su pecho peludo del hombre, generando una compulsión insana para explorar más.Sus dedos trazan hacia abajo, solo dejando de hacerlo cuando encuentran su erección tensa.Él reacciona a esto al presionar suavemente contra sus labios suaves y suaves, una promesa del placer que está por venir.El vibromasturbador está sobre la encimera, su presencia como testigo silencioso del escenario que se despliega.La mujer decide encenderlo, no por necesidad, sino para aumentar su deseo compartido.Desliza bajo los bóxers del hombre, presionándolo contra su clítoris manteniendo contacto visual con él.Sus gemidos resonan en un segundo, mientras la mano del hombre se frota contra la máquina vibrante, su pene ardiente deseando ser tocado nuevamente por esas labios suaves.Se acercan a la bañera, cada uno de rodillas en un lado y soportando sus codos en la encimera.Ella se sienta encima de él, guiando su pene hacia su cuerpo suave.Comparten una mirada intensa que promete el clímax máximo, sus senos se balancean mientras comienza a montarlo con fervor.Sus manos agarran la borda del bañidor mientras penetra más profundamente y más rápido mientras él toma una botella de jabón cerca.Lava su cuerpo, deslizando sus manos por su cuerpo peludo, dibujando líneas desde su cuello hacia sus pechos y hacia abajo, hacia ese punto vibrante entre sus piernas.Los gemidos de ambos se hacen más fuertes, mientras la espuma del baño aumenta, convirtiéndose en un jabón lujoso.El hombre se agripa a su cintura, acercándolos uno al otro en un abrazo, continuando su danza sensual de penetración y placer oral.Ella se inclina hacia atrás, permitiendo que el hombre lamente su clítoris sensible mientras se masturba y realiza el bojoblajo al hombre.Sus senos se balancean bajo sus labios mientras su lengua se desplaza contra su punta hinchada, la combinación causando olas de euforia que fluyen a través de su cuerpo como una ola de marea.El hombre no puede más y comienza a llenar su cunnutivo apetitoso con su espeso semen, sus cuerpos ahora cubiertos de espuma por su apasionado abrazo.Luego se aleja, dejando suficiente espacio para que la mujer vuelva a colocar el vibromasturbador sobre la encimera.La mujer alcanza el clímax en la misma mágica, sumergiéndose en un océano de placer sensual que genera a través de la masturbación y continuando con el bojoblajo al hombre.El baño ahora está lleno de espuma y los restos de su clímax.Sus ojos se encuentran una última vez, expresando un entendimiento silente.Este fue un baño destinado para los dioses, una unión de carne que quedará grabada en sus recuerdos largos después de haberse lavado los jaboncitos.